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Trabajo de Graduación

Licenciatura en Artes Plásticas. Orientación Grabado y Arte Impreso

TEMA: Los procedimientos artísticos en la construcción de un registro y cartografía sensible de la villa 31

TÍTULO: Poéticas de una cartografía sensible de la Villa 31

Palabras clave: cartografía, procedimientos artísticos, registros visuales, Villa 31, construcción.

Fundamentación inicial

El presente trabajo pretende conformar, a partir de un registro visual y un proceso de abstracción atravesado por diferentes procedimientos artísticos, una cartografía sensible de la Villa 31 como producción plástica.

La iniciativa de trabajar con este barrio surge luego de acercamientos y recorridos realizados por el mismo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde actualmente se está llevando a cabo el proceso de urbanización y mejoramiento de viviendas durante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

La villa 31 está históricamente atravesada por procesos de exclusión y situaciones de vulnerabilidad, donde se evidencian diversas problemáticas urbanas y en las relaciones territoriales en distintas escalas del habitar (casa, cuadra, ciudad). Problemáticas que, a su vez, se intensificaron con el deterioro económico en el país durante el gobierno del presidente Mauricio Macri. Finalmente, a principios del 2020 las obras en proceso de construcción quedaron frenadas unos meses producto del “Aislamiento Social, Preventivo, y Obligatorio” implementado en el marco de COVID-19, poniéndose en evidencia la desconexión del asentamiento con la urbe y su sistemática marginalidad.

Esta situación se constituyó en una motivación para continuar trabajando con este territorio para la producción del Trabajo de Graduación, tomando como insumo una serie de registros visuales elaborados a partir de las aproximaciones realizadas a la villa 31.

En este trabajo se propuso pensar el espacio desde una mirada inspirada en los estudios arqueológicos, donde los registros visuales iniciales fueran la punta del iceberg, el comienzo de una exploración a través de sucesivas capas que pudieran dar cuenta del presente, pero también del pasado de ese lugar, por medio de diferentes objetos y materiales. Esa dimensión material se vincula con la dimensión social, cultural, y contextual de la Villa 31 y es reivindicada por la organización popular en la lucha por condiciones dignas para el hábitat.

Este abordaje implicó pensar los espacios de la ciudad más allá de la mera espacialidad física para entenderlos, con Michel De Certeau (2000), como “lugar practicado”, de forma tal que, como desarrolla el autor, “la calle geométricamente definida por el urbanismo se transforma en espacio por intervención de los caminantes” (De Certeau, 2000 , p.129). A su vez, De Certeau define al lugar como memoria y como palimpsesto, vinculado tanto a los relatos y prácticas comunes como a las experiencias particulares de sus habitantes.

La dispersión de los relatos indica la de lo memorable. En realidad, la memoria es el antimuseo: no es localizable. De ésta se desprenden fragmentos en las leyendas. Los objetos también, y las palabras, son huecos. Allí duerme un pasado, como en las acciones cotidianas del andar, el comer, o el acostarse, donde duermen antiguas revoluciones (De Certeau, 2000, p.120).

Otro aspecto que fue relevante en este trabajo fue la noción de cartografía, que se abordó a partir de las conceptualizaciones de Javier Samaniego (2013) quien la define como “un dispositivo que posibilita establecer una mirada crítica sobre la ciudad como un espacio colectivo” (Samaniego, 2013, p.11). En tanto dispositivo gráfico, señala el autor, “La lectura cartográfica provee instrumentos de análisis urbano críticos que aparecen ausentes en los discursos orales” (Samaniego, 2013, p.11). En línea con este desarrollo teórico, para Samaniego (2013) la cartografía permite trazar vínculos entre las escalas y las prácticas de sus habitantes que determinan los modos del habitar:

La ciudad es algo dinámico y complejo. En ella, los sujetos despliegan su existencia: permanecen y transitan, generando cruces, focos, áreas, trayectos, recorridos e itinerarios de todo tipo. La ciudad se inscribe en la subjetividad produciendo imágenes mentales acerca del lugar, la representación de esas imágenes se denominarán cartografías urbanas. Las cartografías urbanas son manifestaciones territoriales que articulan un cúmulo de información urbana. Abordar la ciudad desde sus cartografías permite enlazar distintos puntos de vista, identificando un cúmulo de elementos y relaciones que subyacen en sus manifestaciones visuales (Samaniego, 2013, p.1).

A partir de estas consideraciones, se propuso retomar esos registros situados para reelaborarlos mediante diferentes procedimientos artísticos. Los procedimientos pueden ser definidos como estrategias y recursos poéticos que intervienen en la construcción de la obra plástica. En este sentido, “tanto en el plano conceptual como en el formal dichos procedimientos están presentes desde el comienzo de las experiencias artísticas en tanto modos de manipular las herramientas o de accionar sobre las formas, tanto en el plano como en el espacio” (Procedimientos de las Artes Plásticas, 2019, p.1). Los procedimientos tuvieron un rol central en la producción, siendo abordados como ejes conceptuales y gestos sensibles capaces de comunicar, evidenciar y cuestionar la trama social en la que el arte se inserta funcionando, a su vez, como una herramienta de análisis contextual que genera sentido así como también lo disputa.

Se propuso construir una cartografía entendida como, en palabras de Samaniego (2013), “un dispositivo gráfico que traduce al papel procesos que subyacen en el habitar” (p.11). Retomando esta idea desde una producción artística, en este trabajo se presenta como una “cartografía sensible”, al ponerse en juego procedimientos propios de las artes visuales en vínculo con operaciones implicadas en los procesos de urbanización. De esta forma, se establecieron analogías simbólicas y formales mediante las búsquedas poéticas y las elecciones procedimentales.

Se trabajó a partir de una serie de registros fotográficos y visuales de la Villa 31 tomados durante su actual proceso de urbanización y mejoramiento de viviendas. Como se señaló anteriormente, en el proceso de registro surgieron reflexiones e interrogantes sobre las tramas complejas que se tejen en procesos de estas características. De esta forma, para la producción plástica se consideraron las distintas operaciones que intervienen en esos procesos (desplazamientos, traslados, sustituciones, ampliaciones, movilidades) en vínculo con construcciones arquitectónicas habitacionales, las que incluyen y proponen la presencia de nuevas materialidades. Estructuras y armados espaciales conviven con lo ya construido, con los rastros del pasado, al mismo tiempo que pretenden reinventar el espacio con un nuevo orden y una nueva disposición territorial en el espacio público de la ciudad. A partir de esta referencia particular se pretendió generar una reflexión situada desde la propia práctica artística, que diera lugar a repensar las relaciones con nuestros entornos en los procesos de construcción/deconstrucción tanto físicos como sociohistóricos; y la estructuración de los espacios, en tanto entidades metafóricas y simbólicas, como lugares de pertenencia, arraigo, vínculo, disputa e identidad.   

Por otro lado, una idea muy presente en el proyecto fue la de centrar lo que está al margen, poner dentro lo que quedó por fuera y visibilizar lo invisibilizado no solo en las cartografías tradicionales sino en los discursos orales.

Una referencia para este trabajo, fue la producción visual de Ana Tiscornia, especialmente la obra “Colateral o premeditado” (Figura 1), donde incorpora para la producción elementos de la arquitectura y el lenguaje de la construcción. La artista genera distintos collages, irregulares, superposiciones que parecen planos de espacios habitados. En cuanto al montaje, evoca una vista aérea. Tiscornia genera y reconstruye una nueva cartografía a través de fragmentos, donde los llenos evidencian los vacíos, que tienen un lugar protagónico y central, y visibilizan aquello que no está. Como se describe en el texto del catálogo de la exposición “El Estado de las cosas” (Bernard, 2013), la artista juega con una espacialidad propia de las grandes urbes contemporáneas, con un fuerte anclaje en la memoria y la subjetividad, ligado a las construcciones sociales del olvido y la exclusión. De esta forma, la artista aborda el espacio urbano desde el conflicto y la lucha de poder dando cuenta de realidades complejas y valiéndose de ella como motor. En sus obras aparecen reconstrucciones espaciales “como una constelación de objetos con la capacidad de almacenar y distribuir información histórica y cultural” (Moro, 2017, s/p).

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Figura 1. Ana Tiscornia, “Colateral o premeditado”, políptico, collage, 2017. En Galeria Nora Fisch

El trabajo de esta artista puede relacionarse con procesos y búsquedas desarrolladas en producciones previas de mi autoría, como es el caso de “Hoja de ruta” (Figuras 2 y 3), un libro de artista acompañado por una serie de estampas realizado en 2018. En esa obra trabajé a partir de cartografías y mapas con la relación casa-barrio como eje conceptual articulador, generando tramas visuales a partir de procesos de abstracción formal de vistas aéreas, huellas y recorridos que proponían reflexionar acerca de los trayectos y las escalas urbanas. En función de esa idea, el libro tenía un formato cuadrado, vinculado a la representación formal de una manzana en un plano de la ciudad de La Plata y en una escala una escala pequeña, fácilmente manipulable, relacionada con los espacios cotidianos y familiares.

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Figuras 2 y 3. “Hoja de ruta”, Serigrafía y collage sobre papel, 2018.

Otra referencia para este trabajo fue la obra “Un muro más allá” (2018) de Elena Loson, una artista que aborda en sus producciones el tema de cómo habitamos los espacios y las referencias que utilizamos para orientarnos en ellos. En dicha obra se hacen evidentes sutilezas, los contrastes toman fuerza y los materiales cobran una dimensión simbólica potente. Se reconoce un ejercicio sobre lo dado, donde se evidencian procedimientos como calcar, dibujar y entintar, se repiten gestos simples que generan geografías y nuevas representaciones de espacios sensibles, poéticos, a través de pisadas, soportes, llenos y vacíos que se cristalizan en la yuxtaposición de imágenes, planos y transparencias (Figura 4).

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Figura 4. Elena Loson, “Un muro más allá”, instalación, 2018. En Hache.

Construcción cartográfica; procesos y procedimientos

Como quien revisa los cimientos antes de construir una pared, con barras de medición y pruebas en el proceso, la producción artística realizada para este Trabajo de graduación se apropia en algunos aspectos del lenguaje de la arquitectura y toma elementos de la construcción para configurar una cartografía. Para su realización se llevó a cabo, en primera instancia, una selección y sistematización de registros visuales personales del barrio (fotografías y dibujos) para su posterior reelaboración en función de una búsqueda poética.

Se trabajó sobre soporte papel, representando distintos elementos presentes en el barrio, haciendo una selección simbólica de objetos tales como ladrillos, escombros, herramientas de trabajo para la construcción (baldes, paletas, serruchos, reglas) y materialidades diversas tales como maderas, chapas, cartones y  texturas. Todo ello puesto en vínculo con las disposiciones espaciales, las estructuras (escaleras en espiral, calles angostas, postes de luz) y las obras arquitectónicas en proceso de construcción.

Se operó de manera procesual sobre estos elementos gráficos a través de la ejecución de procedimientos plásticos que iniciaron las búsquedas poéticas y conceptuales. Los procedimientos fueron los portadores de sentido que posibilitaron nuevas maneras de ver, entender y reflexionar, poniéndose en juego con las operaciones propias del proceso de urbanización y las dinámicas de construcción, en vínculo con técnicas como el collage, la utilización de fotocopias para transferencias, lo que posibilitó jugar con lo poco nítido, lo borroso e indefinido. Las digitalizaciones, posibilitaron búsquedas en el cambio de escala y el uso de matrices en linóleo que permitió otra calidad de línea, plenos planos y la utilización de procedimientos tales como desbastar y entintar.

Se accionó en el espacio plástico con operaciones tales como superponer, rasgar, adicionar, repetir, ampliar, minimizar, recortar, negativizar, fragmentar, reubicar, imprimir, calar, en búsquedas compositivas diferentes a partir de estos modos de operar en la imagen.

 A lo largo del proceso, algunos de estos procedimientos fueron jerarquizados, así como también se fueron tomando decisiones en relación a cómo trabajarlos. Por ejemplo, se decidió darle un rol protagónico a la superposición, pero que no estuviera dada por el collage (superposición de papeles) sino por distintas imágenes transferidas por capas, generando así variaciones de grises y fuertes  contrastes. Este proceso posibilitó un juego conceptual que combina los espacios de ocupación superpuestos, complejos, con límites difusos, grises y fusionados.

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Figura 5 y 6, superposiciones en transferencia e incorporacion de tinta plateada. Parte de la serie “Poéticas de una cartografía sensible de la Villa 31”

Luego de una búsqueda exploratoria cromática en las estampas, definí la elección de acromáticos y el color plateado cobró una dimensión importante vinculada a las materialidades presentes en la Villa, tales como chapa, cemento, cables. (Figura 5 y 6).

Como se puede ver en la figura 5, la presencia del blanco al interior de las estampas fue una decisión que pretendió dar lugar a un vacío compositivo, hacerlo evidente. Algunas estampas, por el contrario, carecen de vacíos, y en ellas priman los espacios abarrotados, el amontonamiento de objetos conviviendo con sombras negras que hacen difícil descifrar y reconocer los elementos seleccionados. (Figura 6)

Reencuadrar, enfocar, redimensionar

Al interior de cada estampa hay distintas composiciones y construcciones espaciales que a través de los procedimientos posibilitaron reencuadres y redimensiones, dando lugar a nuevas reconfiguraciones. Vistas en conjunto se genera un juego de escalas, una reflexión sobre los límites y un diálogo continuo entre la comprensión de la vivienda (mirada 'dentro') y la comprensión del espacio urbano al que se vincula (mirada 'fuera') (Figura 7, 8 y 9).

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Figura 7, 8 y 9,  Reencuadres y redimensiones. Parte de la serie “Poéticas de una cartografía sensible de la Villa 31”

La obra finalizada consta de 31 estampas enmarcadas y con distintos formatos, en relación con la representación de las construcciones espaciales y las manzanas de la Villa 31, que no respetan un mismo patrón/forma y se caracterizan por ser un gran bloque, con una asimetría pronunciada.

La cantidad de 31 estampas da cuenta de una apropiación de dicho número como una reafirmación conceptual e identitaria. En ese sentido, cada una de las estampas será pensada en función de un montaje colectivo, para ser leídas como una totalidad.

En cuanto al montaje se realizará sobre pared y propondrá un recorrido visual, generando llenos y vacíos espaciales que se evidenciarán en la disposición conjunta de las estampas y en la relación entre las escalas de las mismas (jugando con el tránsito de lo micro a lo macro). En el montaje se buscará acentuar la idea de una nueva construcción/reconstrucción cartográfica conformada a través del reordenamiento de objetos y materiales, pero manteniendo un vínculo formal con la vista aérea de la Villa 31.

Contemplando el montaje virtual, se pensó la realización de un registro fotográfico de cada una de las estampas, y la posterior edición digital para montarlas de manera conjunta en el sitio wix, de manera tal que puedan ser vistas en su conjunto y a la vez realizar acercamientos individuales para ver en detalle el interior de cada estampa.

Consideraciones finales

Quisiera empezar mencionando por un lado la producción artística no solo como espacio de poetización sino de investigación, de posicionamiento político, de crítica reflexiva y de conocimiento específico desde el cual acceder a conceptos que puedan exceder el propio campo artístico, indagando cómo a partir de las formas y los procedimientos artísticos se visibilizan modos de pensar y transformar la realidad.

Por otro lado, destaco el protagónico que han cobrado las nociones de proceso y de construcción  a lo largo del trabajo, como dos grandes pilares que acompañaron la producción de la obra, desde sus inicios en los registros como en las instancias de producción de las estampas. Ambas nociones cobraron importancia desde lo simbólico y conceptual, en el abordaje del tema y las representaciones formales y conceptuales.

Así, con las espacialidades como excusa y los lugares de encuentro como motor, encuentro en las instancias proyectuales el potencial de lo inacabado, de lo que queda por construir, de los momentos de planificación y proceso como vestigios de construcciones futuras. En ese sentido, considerando aspectos que pueden construir líneas de trabajo a futuro, me interesaría considerar lo mencionado vinculado a la noción de cartografía, como dispositivo a seguir indagando y poniendo en cuestión para explotar sus posibilidades desde el campo del arte.

Finalmente y haciendo referencia al caso particular de La Villa 31, incrustada entre el tren y la autopista, ubicada en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, a 200 metros del barrio más caro de la capital Argentina, y cercada por grandes edificios espejados que reflejan y contrastan habitares, materialidades y posibilidades. En este trabajo, como un cemento que endurece bajo agua, imagino y deseo a través de mis 31 estampas visibilizar firmemente esas memorias de polvo y ladrillo, para pensar la construcción de los espacios que deseamos, los que habitamos y los que aún no existen pero están en construcción, pero en una construcción colectiva, social, conjunta.

Referencias Bibliográficas

- Bernard, C. (2013) Fracturas (Reporte sobre el Estado de las cosas). En: Catálogo “El estado de las cosas”. Montevideo: Museo Gurvich. Recuperado de:

http://www2.museogurvich.org/museo/phocadownload/catalogos/2013/CATALOGO%20TISCORNIA%20baja.pdf

-De Certeau, M. (2000). “La invención de lo cotidiano 1. Artes de hacer”. Ed. Luce Giard México, D. F.: Universidad Iberoamericana.

-Moro, H. (2017) Vestigios y Multidimensiones: Colateral o premeditado de Ana Tiscornia. Recuperado de: https://www.arte-online.net/Agenda/Exposiciones_Muestras/Ana_Tiscornia2

-Procedimientos de las Artes Plásticas (2019) Programa, Facultad de Artes, UNLP.

-Samaniego, J. (2013). Mapeos y cartografías colectivas invisibles. IX Jornadas Nacionales de Investigación en Arte en Argentina, La Plata. Recuperado de http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/42610/Documento_completo.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Referencias producciones artísticas

-Tiscornia, Ana (2017) Colateral [Collage]. Galeria Nora Fisch

https://verrev.org/2017/12/28/colateral-o-premeditado-anatiscornia/#:~:text=Ana%20Tiscornia,-

diciembre%2028%2C%202017&text=Vestigios%20y%20Multidimensiones%3A%20Colateral%20o,pr%C3%A1ctica%20como%20profesora%20y%20curadora.

-Loson, Elena (2018) Un muro más allá [Instalación].

https://verrev.org/2018/06/25/un-muro-mas-alla-elena-loson/

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